Aprender haciendo

El mundo cambia y la educación sigue relativamente igual. Seguimos con un modelo donde ésta se impone de arriba para abajo. Hay una autoridad que nos dice que debemos saber, y clasificándonos en cajas que llamamos carreras o currículos. Sigue basándose en los contenidos y en llenar la mente de conocimiento, en un mundo donde cualquier concepto está disponible en cuestión de segundos dentro de un aparato en mi bolsillo – pronto en un chip en mi cerebro. Es imposible que el profesor e incluso el estudiante estén al día en el estado del arte de cualquier disciplina. Es por esto que debemos empezar a enfocar la educación en formar habilidades y no en implantar conocimientos.

Cada día encontramos más iniciativas que proponen modelos con un aprendizaje de abajo hacia arriba. Es decir, donde se empodera al estudiante o alumno para tomar control de su aprendizaje. Ejemplos de estas iniciativas son los espacios de aprendizaje autorganizado (SOLE), y Kids Hack Day. Algunas instituciones de educación superior tienen espacios que están cambiando la forma de enseñar como son Tadeolab y el CRI. Coinciden en que el docente cambia su rol, quien deja de ser esa persona que implanta el conocimiento en cada alumno volviéndose en un motivador para que aprendamos haciendo.

Aprender haciendo desarrolla ciertas habilidades en el individuo. Se aprende a planear. A llevar una idea a un producto. No necesariamente un emprendimiento o empresa, pero si un resultado que no siempre es lo que se esperaba. Se fomentan los errores porque estos son la realimentación, lo que nos da aprendizaje y lo que nos permite romper con paradigmas. Haciendo se aprende a ser recursivo, a buscar en lo que tengo lo que necesito porque debo llegar a un resultado. Mientras construyo desarrollo tanto una infraestructura física como mental, estoy cada día teniendo más herramientas para trabajar. Soy cada día más hábil, aprendiendo y recolectando herramientas que me permite cada vez hacer las cosas más fácil.

Hay un aprendizaje científico implícito mientras que voy experimentando con materiales, fuerzas, densidades, y otras propiedades de la naturaleza. Puede que no esté encapsulando términos en mi léxico pero sí un entendimiento del mundo y como interactuar con él.

Por naturaleza vamos experimentando con la estética. Todos queremos que nuestras creaciones sean bonitas y funcionales. Que conversen con nosotros y con el mundo, y es acá donde estamos diseñando. Estamos inventando para nosotros seres humanos, para mejorar nuestra calidad de vida o simplemente para jugar y aprender jugando.

Nos volvemos más motrices. Y así desarrollamos la espacialidad. Entendemos la dimensionalidad del mundo, los tamaños, las rotaciones y el movimiento.

Al final todas estas habilidades no son tan importantes como entender que somos creadores, que la tecnología no está acá para esclavizarnos sino para hacernos la vida más fácil y divertida. Entender que tenemos capacidad de diseñar, definir nuestro mundo, hacer preguntas y desafiar la realidad es lo que nos hace poderosos. Nosotros podemos hacer lo que queramos y eso solo se aprende haciendo.

Porque el que hace está creando.
El que está creando tiene control.
Y el que tiene control deja de ser controlado.

¡Hagamos!